Este costurero es mi última adquisición. El sábado quedamos las chicas de Quilt Art para coser los últimos retoques del quilt que presentaremos a Sitges. Cuando íbamos de camino, Alex me dijo que en el centro comercial había un rastro. No me lo pensé y fuimos de cotilleo. Llegué media hora tarde a la cita pero mereció la pena, está muy bien, y como muchas de las cosas que les he comprado a estos hippies irlandeses, ya venía encerado por lo que apenas tendré que tocarle.
El Arca. Esta tiene historia familiar. Fue la que usó mi abuelo durante la emigración. En su caso viajaba con ella a la Habana. Le tuve que cambiar las atas y esta a falta de unas esquineras que también le faltan, en un curso de restauración que hice me la lleve y me pase la mitad del mismo lijando.
Y por último mi cajón de imprenta, listo para ser rellenado. Llevaba tiempo en su busca. De hecho los chicos de los que os hablaba antes me lo estaban buscando, bueno, nos estaban buscando una docena de ellos, por Inglaterra, pero nada de nada. Y unos días antes de navidad fuimos al centro comercial a ultimar detalles navideños y al subir las escaleras desde el parking veo el cajón de frente. ¿ehhhh? Había un mercadillo de antigüedades y tuve que respirar ondo para no salir corriendo y abalanzarme sobre el. Negocié y me lo traje a un precio buenísimo.